De la
soledad hermosa de la conciencia, soledad que es totalidad, dan fe el mantra y el comentario de “Las karikas
“. El mantra niega
la
posibilidad de que la conciencia una y
sin segundo sea consciente de
algo, de un mundo ilusorio, sea esto objetivo,
subjetivo,ambas cosas,
indiferenciación,cognición
simple o no-conciencia. La conciencia es,
y en esto
está su ser íntegro , sin necesidad de actos parciales de
conciencia, fragmentarios e irrelevantes.
En
verdad la conciencia
es siempre pura, lo que
quiere decir es que es
siempre
una , única. La conciencia no tiene otro estado posible, dado
que
siempre es universal, total, y en los movimientos reflexivos, sean
cuales
sean estos, siempre es a la conciencia a la que corresponde ser el
espectador
y jamás el espectáculo, ya que en otro caso requeriría
la
presencia de una nueva conciencia
espectadora suplementaria.